En un partido discreto, donde en gran parte del encuentro no se mostró buen juego, el equipo de la UNAP logró sacar adelante el resultado, gracias al ímpetu individual de sus jugadores.
El segundo partido nuevamente pone en duda el desempeño del equipo, a pesar que en el papel, las apuestas se inclinaban por la UNAP. El inicio inesperado del partido, con el gol tempranero que marcó el equipo de la UTA, a los tres minutos juego, dejó en evidencia que nada iba a ser fácil. Obviamente, esta situación dejó descolocados a todos los jugadores del elenco de la UNAP, porque el mismo error del partido pasado, se volvía a cometer… a pesar que se conversó bastante sobre eso en el camarín.
El golpe fue tan fuerte, que al tratar de volver a hilvanar el juego, los errores aún persistían, de hecho, costó bastante recuperar el manejo del balón, hasta que por fin a los quince minutos, llegó la paridad, a través de un fuerte remate a la portería de Lucas Hernández.
Lamentablemente, la alegría duró poco, porque a los 20 minutos otro error, permitió que la UTA volviera a ponerse en ventaja, por 2 goles a 1, marcador con el cual terminó el primer tiempo.
Al parecer, la charla en el camarín estuvo bastante dura, porque en el segundo tiempo, el equipo de la UNAP se creó más oportunidades, pero nuevamente el fantasma de la falta de finiquito se hizo presente, porque el equipo se generó varias ocasiones claras de gol que se farrearon, hasta que después de una seguidilla de intentos llegó la paridad a través de un centro por la izquierda de Omar Valdivia, que logró conectar de cabeza Berman Barraza, a los 48 minutos.
El final del partido fue de infarto, porque ambos equipos se generaron oportunidades, de hecho la UTA se farreó un claro contragolpe que tuvo para anotar el gol del triunfo, pero el destino sencillamente no quiso que así fuera. De la misma forma, en el último minuto, Arturo Araya se fabricó un penal, que el cual el árbitro no dudó en cobrar, generando de esta forma los reclamos descontrolados del equipo contrario, quien terminó con dos jugadores expulsados. Después de varios minutos de discusión, Arturo Araya, el mismo jugador a quien habían hecho el foul, se encargó de patear y convertir en gol el penal, desatando la locura del equipo azul, porque este lanzamiento desde los 12 pasos, permitió sellar el agónico triunfo por 3 goles a 2, el cual nos permite seguir soñando, aunque todavía no se ha conseguido nada.
