La UNAP llegó a su último encuentro con varias bajas y ausencias, especialmente en la defensa, situación que complicó bastante al Director Técnico, quien tuvo que improvisar varias posiciones, llegando a tal punto, que debido a la falta de jugadores, se vió en la obligación de ubicar como central a Juan Papic, un experimentado, pero a la vez longevo jugador, quien había dejado de jugar fútbol hace varios años.
Pese a todas esas adversidades, el inicio del partido fue bastante parejo, ya que ambos equipos se crearon oportunidades de gol que, por diversas razones, no lograron concretar. Sin embargo, dicha paridad se rompió a los 12 minuto, cuando una desaplicación defensiva del equipo de la UNAP, por la banda derecha, permitió el ingreso libre de un jugador del CFT que terminó su jugada con un fuerte remate cruzado al arco, dejando el marcador 1 a 0.
No hay duda que esa jugada sorprendió totalmente al equipo de la UNAP, ya que sus jugadores tuvieron que volver a darse ánimo para retomar el ritmo del partido. Por suerte, el equipo de Playa Brava tuvo la capacidad suficiente para volver a equilibrar el juego, a pesar que éste se tornó más friccionado, porque hubo fuertes disputas de balón que son habituales en este tipo de partido.
Sin embargo, en el minuto 24, la mala fortuna nuevamente se dejó caer para el equipo la UNAP, porque en una jugada sin mayor trascendencia, en la cual el arquero iba a atrapar el balón, éste le rebotó en el antebrazo y quedó a disposición del centro delantero del equipo rival, que en el área chica y sin ninguna marca, anotó fácilmente el 2 a 0.
Esta jugada obviamente marcó el trámite del partido, ya que obligó al equipo de la UNAP a adelantar sus líneas para ir en la búsqueda de un descuento, dando mayores facilidades para que el equipo rival pudiera atacar, situación que éste aprovechó en reiteradas ocasiones, hasta que en el minuto 42, a través de un rápido contragolpe, el delantero izquierdo del CFT terminó anotando el tercer gol para su institución.
Con este resultado, cualquier equipo se habría desmotivado. Sin embargo, los jugadores de la UNAP sacaron fuerzas de flaqueza para generar uno que otro ataque, logrando inquietar a la defensa del equipo rival, hasta que en el minuto 55, después de una serie de toques, Arturo Araya logró anotar el descuento, a través de un potente disparo cruzado, desde fuera del área, que dejó sin opciones al arquero rival.
Obviamente, este gol abrió el apetito del equipo de la UNAP, para que inmediatamente fuera en la búsqueda de otro descuento, pero lamentablemente ya no quedaba tiempo, porque rápidamente el árbitro tocó el pitazo final del partido, el cual terminó con el marcador 3 a 1, en favor del equipo del CFT Estatal de Alto Hospicio.
Esta derrota terminó por ubicar al equipo de los funcionarios de la UNAP, en el tercer lugar de la tabla de posiciones, lo cual no es malo, pero claramente no cumplió las expectativas de sus jugadores, quienes esperaban más del equipo, pero lamentablemente, las lesiones, ausencias, falta de finiquito, errores propios y otros factores extrafutbolísticos, influyeron en los resultados que obtuvo el equipo.
No hay duda que la participación, en este tipo de campeonato, ha dejado varias enseñanzas para el equipo de la UNAP, como por ejemplo la necesidad de programar y jugar más partidos de fútbol, porque la mayoría de sus funcionarios no lograron adaptarse y ubicarse bien en este tipo de cancha, que obviamente es mucho más grande a una cancha de futbolito, a la cual ellos estaban acostumbrados. De hecho, quedó en evidencia que tanto el desgate físico, como el manejo de los tiempos y movimientos, en este tipo de cancha, son totalmente distintos. Sin embargo, hay bastante materia prima, entre ellas el talento de jugadores experimentados y la energía de varios jugadores jóvenes, que adquiriendo más experiencia y mejorando su desempeño, seguramente lograrán mejores resultados en el futuro.